Cuando ya se tengan las manos doloridas de hacer tantos pompones, simplemente hay que ir pegándolos sobre algún soporte, como un trozo de maya o de tela.
Yo empecé con un trozo de tela, era un rectángulo recortado de una sábana vieja que ya utilizaba para trapos, pero no resultaba lo bastante rígido y le cosí un trozo de maya de plástico bajo la tela.
Conclusión . . .es mejor utilizar directamente una maya de plástico o algo mas resistente que que tela simple.
Fui pegando los pompones a la tela con una pistola de silicona caliente.
La primera intención era seguir algún tipo de orden coherente con los colores, pero al final me lié a hacer pompones con todos los ovillos de lana que pillaba y combinándolos entre sí, sin el menor orden, así que el resultado ha sido un popurrí de colorines.
Es una alfombra muy mullidita y suavecita, todavía no he decidido donde ponerla, aún busca sitio. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario