Quizá, alguna vez hayas encontrado hojas de árboles y plantas de las que solo quedan las nerviaciones. Es un proceso que ocurre de forma natural como resultado de la descomposición de la parte carnosa de la hoja debido a la humedad y a la acción de los insectos.

El resultado es muy hermoso, hojas con aspecto de una fina y delicada pieza de encaje.


Si bien, estas hojas esqueleto son difícil de encontrar y más si pretendemos hallarlas en perfecto estado, existe un proceso con el que podemos recrear este efecto, y con ingredientes muy fáciles de conseguir como son el bicarbonato sódico y el agua.

No tendrás que esperar a que la naturaleza te obsequie con una de estas singulares hojas, y podrás hacer tantas como quieras.

Una vez esqueletizada la hoja se pueden dar diversos acabados. Puedes teñirlas de colores o aplicar pintura, barnizarlas, cubrirlas con resina o plastificarlas.


El primer paso, naturalmente, será recoger las hojas de los árboles o plantas que queramos convertir en esqueleto.  No todas las hojas dan buen resultado, te aconsejo que escojas hojas carnosas y con nerviación muy ramíficada. Por ejemplo, las hojas de hiedra tienen una textura ideal para este proceso.

Puedes utilizarlas para hacer bisutería, marcapáginas, decoraciones para scrapbooking, para hacer decoupage; en la de decoración de cajas, láminas o cuadros, velas, y un montón de cosas más.


¡No te pierdas el paso a paso¡ En este vídeo puedes ver con detalle todo el proceso para lograr unas preciosas hojas esqueletizadas. Es mucho más sencillo de lo que te imaginas.



Aquí puedes ver algunos ejemplos en los que puedes emplear estas bonitas hojas, pero seguro que se te ocurren muchos más.


Con ganchos de bisutería puedes crear bonitos y originales pendientes y colgantes.


Son ideales para decorar objetos, cómo en estas velas en que hemos añadido las hojas para darlas un toque otoñal.

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